miércoles, 23 de noviembre de 2011

Más sobre el libro


Título - Casa Poblana. El escenario de la memoria personal
Autor - Lilia Martínez y Torres
Editor - Fototeca Lorenzo Becerril, A.C.
Fecha de lanzamiento - 12 de octubre de 2011
Área Temática - Investigación histórica
Páginas - 240
Tamaño - 33 x 24 cms.
Tapa - Rústica y dura
Precio - Consultar en Puntos de Venta


Lilia Martínez recibió del INAH y el SINAFO la MEDALLA AL MÉRITO FOTOGRÁFICO 2011, por ser “pionera en materia de investigación de la historia regional de la fotografía en México”.



El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Programa de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales (2007), apoyó la publicación de este libro.



Presentación

Antonio Ramírez Priesca
Alfonso Bonilla Ramírez

De un corto tiempo para acá, los mexicanos intentamos por diversos medios alejarnos de la violencia y tragedia cotidiana que nos rodea, reconstruyendo una historia que, en algún momento impreciso, se sumergió en un abismo vertiginoso y voraz. Los poblanos lo hacemos a nuestro particular modo evocando recuerdos, muy a menudo cobijados por las Casas de nuestros ancestros, y así nos aproximamos a una realidad menos amarga, más solidaria y familiar… En estas Casas Poblanas, que finalmente son una sola, se vivieron y contaron historias, se gestaron tradiciones y costumbres; se usaron muebles y objetos decorativos que fueron cambiando con el paso del tiempo, las modas y las influencias de fuera, pero el sentido de comunidad finalmente creó un estilo “a lo poblano”… En ello radica lo verdaderamente importante de este libro de Lilia Martínez: que los habitantes y sus espacios de convivencia, los objetos, las tradiciones y las soluciones decorativas de las Casas Poblanas, pervivan en la memoria colectiva a través de las imágenes publicadas…



Prólogo

Lilia Martínez


…Muchas personas tienen una “casa” sobre la que contar sus experiencias, una casa que marca la vida misma. Mi forma de ver y sentir una casa fue conformada por mi madre y mis abuelas, reiteradamente he creído que ellas modelaron mis ojos y mi corazón. Mi madre aún muy ocupada, (casa con esposo, ocho hijos y siempre algún pariente), convertía la casa en algo gozoso: flores naturales, cuadros, objetos decorativos, manteles y carpetas almidonados y plantas eran esenciales, poner el jarrón con mirasoles como portada es una muestra de lo que era la vida en casa. Los mirasoles  son flores silvestres que aparecían en la ciudad en lotes baldíos y camellones, después de la temporada de lluvias, ella nos llevaba recogerlas y con las flores poníamos jarrones por toda la casa ¡y eran gratis! Con mi madre aprendí lo que es el amor por las cosas bellas. Mis abuelas me enseñaron los privilegios de la mesa, la abuela Aurora guisaba exquisito; exquisito; tamales canarios, rompope y galletas eran su regalo. La abuela Dolores era una esplendida anfitriona; manteles, vajilla y cristalería fueron su herencia. Siempre soñé con realizar un libro que recogiera los recuerdos más personales, las vivencias más profundas y las formas de vida diaria de las personas en las habitaciones de sus casas. Ha sido sumamente agradable ver cómo mi sueño se ha cumplido. Ha sido también un privilegio haber nacido y vivido en esta ciudad, al igual que el haber contribuido a un mayor conocimiento de ella con este libro.  Finalmente, que el libro sirva para estimular la conservación de las fotografías como historia y memoria de Puebla.

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